
Si no ha sido fácil adaptarse a las jornadas del reto, noche y día, lo relativo ahora son las etapas. En ocasiones, Juan Antonio duerme muy poco, algo menos que el resto de la cuadrilla, que aprovecha el descanso del ciclista para donde pillen, dormir. Pero él, de manera astuta, descansa la mente entre bromas y conversaciones efímeras. A decir verdad tampoco abre mucho los ojos durante las paradas para comer durante veinte minutos cada cuatro horas.
A la hora en la que ya se dice que es de día, se inició lo que parecía el descenso de Elosiaga. Pero en realidad se iba perdiendo poco a poco, el desnivel ganado horas antes. Y el paisaje se tornó pintoresco e industrial a medida que Juan Antonio atravesaba la provincia de Vizcaya vía Ermua hasta la capital. La parada fue antes de lo previsto y es que, los bocados de sus rodillas dificultan alargar hasta cuatro, las horas de pedaleo non stop. La decidió Conesa, aconsejado por un compañero ciclista con el que rodó en paralelo durante varias decenas de kilómetros. Desde Torrevieja no le había vuelto a ocurrir.
Se acercaba a Bilbao, donde todo fue caos. La caravana encargada de ir guiando, por un lado, el ciclista y el coche de apoyo por otro y siguiendo la tónica general del desafío, el maldecido GPS a lo suyo. Una mala foto en el Guggenheim y agur Bilbo, agur País Vasco, quermosoeres.
Hola Ontón, hola Cantábrico. Segundo mar que el peluquero puede mirar de reojo. Él disfruta pedaleando, siempre que no le duela el cuádriceps, ergo poco en este reto. Y por la costa de la anchoa, el aladroque adelantó pueblos como pez en el agua.
Y el ritmo, pese a no ser de 440 kilómetros al día, era más que adecuado. Tanto como para acabar durmiendo en un pueblecito enclavado en la montaña asturiana de apenas 60 personas, llamado La Borbolla. De paisaje sensacional y paisanaje amable, como “Rollo”, que prepara el mejor café con leche de todo el principado. La mañana empezó tan sosegada, que nadie hubiera pensado que de manera involuntaria, la integridad de Juan Antonio iba a ser puesta en peligro.
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