Y sí, las primeras luces del día brillaron en Ayamonte.
Anoche Juan Antonio repeló Portugal con pedaleo firme para conseguir descansar en España. Al cruzar la frontera y descansar se tuvo la sensación de estar llegando al Albujón, pero quedaban 1.000 kilómetros, los cien primeros con la lluvia que arrastramos desde Asturias. El caso es que se ventila los kilómetros como si hubiese salido hoy pero ‘el peluquero’ ya suma más de 200 horas de bicicleta.
Después de recorrer en paralelo dos mares y un océano, hoy ha trazado perpendicularidad con el Guadiana primero y Guadalquivir después. Especialmente bonita ha sido la primera y especialmente curiosa la segunda. En Ayamonte las marismas, en Coria el pase del Guadalquivir en barco.
El ritmo ha sido imperial desde antes de salir de Portugal. Contrarrelojeando se han ido sucediendo las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. Donde a esta hora nos encontramos. En Jerez concretamente. No son pocas las provincias traspasadas a lo largo de los casi 3.500 kilómetros recorridos. Muchos los kilogramos de pasta ingeridos. Muchísimos los litros de agua e isotónicos. Y Muchísimos más metros de desnivel acumulado hasta 40.000.
Hoy ha sido un día especial para Juan Antonio. Ha celebrado la onomástica con su mujer que se ha ‘acercado’ hasta Sevilla. No a caso hecho, sino que ha traído a un nuevo integrante del equipo, Floren. Su especialidad: que Juan no haga ni un kilómetro de más. No se ha ido de vacío sino que se ha llevado una pieza clave del engranaje del motor del reto. Miguel Ángel, mecánico de cabecera de la specialized. Dada la visita, la llegada y la despedida, la parada para comer se ha estirado veinte minutos. Y aunque puede que sea poco, es mucho para la clase de reto al que se está enfrentando Juan Antonio Conesa.
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